2014(e)ko abuztuaren 31(a), igandea

2014(e)ko abuztuaren 29(a), ostirala

Utensilios cristianos para el curso












Lápiz Para apuntar aquello que merezca la pena
Goma Para borrar, no del papel y sí de la memoria, lo que nos hace sufrir o paraliza nuestro dinamismo.
Mochila Para guardar lo imprescindible para ser feliz: amistad, ayuda, alegría, serenidad, reflexión, paz.
Gafas Para no dejar pasar de largo las sensaciones que pueden hacernos más y mejores personas
Sacapuntas Para afinar nuestra personalidad, para no “sacar punta” a los defectos de los demás.
Lupa Para ser prudentes en nuestros juicios y precavidos con lo que nos dicen y vemos
Agenda Para apuntar aquello donde, sin excusa y con valentía, hemos de estar presentes.
Compás Para marcar la diferencia entre el bien y el mal, para delimitar aquello que nos puede dañar.
Calculadora Para saber sumar aquellos instantes en los que hemos realizado algo por los demás y, por lo tanto, las horas en las que hemos aumentado y no restado felicidad.
Tijeras Para cortar, de nuestras palabras y actos, todo aquello que incita a la violencia, al gamberrismo o a la pereza.
Libros Para adentrarnos en la sabiduría y adquirir una óptica de la historia y del mundo.
Cruz Para comprender que, sin Dios, nuestra educación no es íntegra ni está acompañada por una fuerza suprema.
Para dar testimonio de lo que somos: cristianos.

Decálogo para el nuevo curso 2014-15


Ya seas profesor/a, catequista, alumno/a, te conviene marcar bien el rumbo del nuevo curso que comienza. Para marcar bien el rumbo hay que tener clara la meta a la que queremos llegar y los medios con los que contamos para hacerlo. Poner a punto todo antes de emprender el viaje es una obligación. Una vez preparados... a navegar.

1.- Que los errores del año pasado no te impidan avanzar en aquellos proyectos e ideales que te marcaste: aportará ilusión a tu trabajo.

2.- Vive con intensidad lo que haces. Cuando uno disfruta con lo que aprende o enseña, se nota. No pongas “el piloto automático”.

3.- Aprecia lo que realizas. No siempre solemos conseguir lo que pretendemos. Hay que caminar hacia adelante con lo que tenemos.

4.- Respeta a las personas que están delante de ti. Si eres profesor, llena de sabiduría a tus alumnos. Si eres alumno, valora el esfuerzo de los que intentan abrirte horizontes.

5.- Sé consciente de tus limitaciones. Con ello conseguirás dos cosas: la humildad y el que los demás te puedan ayudar.

6.- Encomienda a Dios tus afanes. El te dará la serenidad ante las dificultades, la sabiduría ante los retos, la constancia cuando te ronde la debilidad.

7.- Sé persistente en tu responsabilidad. Educar, ni ser educado, es fácil. En el día de mañana se agradecen dos cosas: las personas que se desgastaron por nosotros y los conocimientos adquiridos.

8.- Reflexiona sobre los frutos del pasado curso e, intenta, alcanzar aquellos objetivos que no fueron cumplidos.

9.- Muéstrate delicado en tus expresiones físicas y verbales. No por ser espontáneo ni duro, somos más personas ni más respetados. Todo lo contrario.

10.- Defiende tus ideales cristianos. Que se te vea contento de tu pertenencia a la iglesia de tu amistad con Cristo. Tendrás tu recompensa.