2012(e)ko urriaren 29(a), astelehena

MOISES (ARIKETAK)

http://www.covchurch.org/pacto-con-dios/files/2010/12/c845.pdf En esta página podéis encontrar muchas actividades para trabajar la historia de Moises.

IPUINA: UDAZKENA

Hoy hemos contado el cuento del otoño, y hemos decorado nuestro árbol con hojas de colores.

2012(e)ko urriaren 28(a), igandea

LA CREACION DE DIOS

EL ARBOL Y SUS FRUTOS

Materiales utilizados:
- Cartón. - Papel continuo verde. - Papel de periódico (para hacer el tronco de la vid y las uvas). - Papel de pinocho marrón, morado y verde oscuro (para forrar el tronco de la vid, las uvas y los ramitas verdes). - Papel de seda naranja (para hacer bolitas y poner la palabra JESÚS en el tronco de la vid). - Pegamento. - Folios para hacer los cartelitos.

2012(e)ko urriaren 25(a), osteguna

MOISES (2º MAILA)

UDAZKENA

Ya llego el otoño por eso hemos pintado las hojas que caen de los arboles, en las que sale Jesús de amarillo y en las que sale Lorea de marrón.

2012(e)ko urriaren 23(a), asteartea

2012(e)ko urriaren 22(a), astelehena

TARJETA JESUS

Lo que necesitamos...
Cartulina de colores: celeste (túnica), marrón o naranja (pelo y barba de Jesús), rosado o color piel (cara y manos), amarillo o cualquier color (flor). Papel blanco para la base de la tarjeta (puede ser el que se usa para fotocopiar). Marcadores de colores: negro (ojos, cinto, centro de la flor), rojo (nariz, boca, rayas de adorno), marrón (pelo, barba, bigotes). Lápiz negro, tijeras, tijera fantasía, pegamento. Como lo hacemos... 1. Marcamos con lápiz los moldes sobre la cartulina de colores y los recortamos. 2. Doblamos al medio la base de la tarjeta (ver linea de puntos en el molde) y luego recortamos una franja vertical. Doblamos una esquina hacia adelante y pegamos la punta. 3. Pegamos la cara sobre el pelo y dibujamos y marcamos de colores lo que falta. 4. Pegamos la cara sobre la túnica, y marcamos y coloreamos los adornos y el cinto. 5. Las manos se pegan por detrás de las mangas. 6. Pegamos a Jesús sobre la tarjeta y luego aplicamos la flor.

LOREA

Esta maceta con flor puede servir como tarjeta, ya sea colocando un rectángulo de cartulina aplicada en un costado o escribiendo dentro de la maceta. También puede servir de adorno si se amplían los moldes. Lo que necesitamos... Cartulina de colores (puede ser a gusto de cada uno), en este caso: celeste (pétalos), amarillo (centro de la flor), verde claro (hojas), rojo (maceta). Lápiz negro, tijeras, pegamento. Marcadores de colores: negro (ojos, adornos en los pétalos), rojo (nariz, boca), rosado (cachetes), verde oscuro (rayas de las hojas), marrón (división en la maceta). Como lo hacemos... 1. Marcamos con lápiz los moldes sobre cartulina y los recortamos. 2. Marcamos y coloreamos la cara de la flor. 3. Pegamos el centro de la flor sobre los pétalos y completamos los adornos. 4. Dibujamos las nervaduras de las hojas con marcador verde. 5. Pegamos una de las hojas por detrás de la maceta. 6. Pegamos la flor por detrás del conjunto. 7. Pegamos la otra hoja por detrás, y dibujamos la separación en la maceta.

KALIZA

Los colores son sugeridos. Los podemos adaptar según el color de fondo del afiche. Lo que necesitamos... Cartulina de colores: celeste (cáliz), blanco (hostia). lápiz negro, tijeras, pegamento. Marcadores de colores: azul (rayas cáliz), celeste, negro y rojo (adornos del cáliz), rojo y amarillo (cruz hostia) Como lo hacemos... 1. Marcamos los moldes sobre cartulina y los recortamos 2. Dibujamos y coloreamos los adornos del cáliz y la hostia. 3. Pegamos la hostia sobre el cáliz.

PLAGA 8.LAS LANGOSTAS

Esta plaga de las langostas atacó al reino vegetal. Fue un castigo tremendo ya que la alimentación del pueblo constaba de vegetales en su mayoría. Éxodo 10:7-11 El Señor le dijo a Moisés: —Ve a ver al faraón, pues yo he hecho que él y sus funcionarios se pongan tercos para mostrarles las grandes maravillas que yo puedo hacer, y para que tú les cuentes a tus hijos y nietos la forma en que me burlé de los egipcios, y las grandes maravillas que hice entre ellos. Así sabréis que yo soy el Señor. Moisés y Aarón fueron a ver al faraón, y le dijeron: —Así dice el Señor, el Dios de los hebreos: “¿Hasta cuándo te negarás a humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo, para que me adore; porque si te sigues oponiendo a dejarlo ir, mañana haré que vengan langostas sobre tu país, las cuales cubrirán la tierra en tal cantidad que no se podrá ver el suelo. Se comerán lo poco que haya quedado después del granizo, y se comerán también todos los árboles del campo. Llenarán tus palacios, y las casas de tus funcionarios, y las casas de todos los egipcios. ¡Será algo como nunca vieron tus padres ni tus abuelos desde sus días hasta los nuestros!” Al terminar de hablar, Moisés dio media vuelta y salió del palacio del faraón.
Entonces los funcionarios del faraón dijeron: —¿Hasta cuándo nos va a causar problemas este hombre? Deje Su Majestad que esa gente vaya a adorar a su Dios, el Señor. ¿Todavía no se da cuenta Su Majestad de que Egipto está arruinado? El faraón mandó llamar otra vez a Moisés y Aarón, y les dijo: — Id a adorar al Señor vuestro Dios. Pero antes decidme quiénes van a ir. Moisés contestó: —Tenemos que ir con nuestros niños y ancianos, hijos e hijas, y con nuestras ovejas y vacas, pues para nosotros es una gran fiesta del Señor. Pero el faraón les dijo: —¡Claramente se ven vuestras malas intenciones! ¿Y creéis que el Señor os va a acompañar, y que voy a dejar que os vayáis con vuestros niños? Pues no va a ser así. Id vosotros, los hombres adultos, a adorar al Señor, ya que eso es lo que queréis. Y el faraón ordenó que los echaran de su presencia. Pero el Señor le dijo a Moisés: —Extiende tu brazo sobre Egipto, para que vengan las langostas y acaben con todas las plantas del país y con todo lo que quedó después del granizo. Moisés extendió su brazo sobre Egipto, y el Señor hizo venir un viento del este que sopló sobre el país todo el día y toda la noche. Al día siguiente, el viento del este había traído las langostas, las cuales invadieron todo el país. Nunca antes hubo, ni habrá después, tantas langostas como en aquel día, pues cubrieron la tierra en tal cantidad que no se podía ver el suelo, y se comieron todas las plantas y toda la fruta que había quedado en los árboles después del granizo. No quedó nada verde en ningún lugar de Egipto: ni en el campo ni en los árboles. El faraón mandó llamar inmediatamente a Moisés y Aarón, y les dijo: —He pecado contra el Señor vuestro Dios, y contra vosotros, pero os ruego que tan sólo esta vez perdonéis mi pecado, y que oréis por mí al Señor vuestro Dios, para que por lo menos aleje de mí esta plaga mortal. En cuanto Moisés salió del palacio del faraón, oró al Señor. Entonces el Señor cambió el rumbo del viento, y lo convirtió en un fuerte viento del oeste que se llevó las langostas y las echó en el Mar Rojo. No quedó en todo Egipto una sola langosta. Pero el Señor hizo que el faraón se pusiera terco y que no dejara ir a los israelitas.

ESKULANA. PLAGA 4 LAS MOSCAS

DOMUND 2012

2012(e)ko urriaren 21(a), igandea

LOS DERECHOS DE LA INFANCIA

¡No hay mejor manera de recordar todos estos derechos que con un poco de diversión! Así que os dejo unos juegos... http://www.rayuela.org/index.php?id=9 http://iin.oea.org/adamweb/adam.html

2012(e)ko urriaren 19(a), ostirala

PLAGA 7 DEL GRANIZO

Puedes leerlo en Éxodo 9:13 Dios le dijo a Moisés: —Levántate temprano, y ve a decirle al faraón que deje salir al pueblo, porque esta vez voy a enviar todas mis plagas contra él y su gente, para que sepa que no hay otro como yo en toda la tierra. Dile que podía haberlo matado pero le he dejado vivir para que vea mi poder, y para darme a conocer en toda la tierra. Pero como sigue oponiéndose a mi pueblo y no lo deja ir mañana a esta hora haré que caiga una fuerte granizada, como no ha caído otra igual en toda la historia de Egipto. Así que dile a Faraón que ponga en lugar seguro al ganado y todo lo que tiene en el campo, porque el granizo, al caer, matará a todos los hombres y animales que estén al aire libre. Algunos egipcós tuvieron miedo pero hubo otros que no lo tomaron en serio, y dejaron al aire libre a sus animales. El Señor le dijo a Moisés: —Levanta tu brazo hacia el cielo, para que en todo Egipto caiga granizo sobre hombres y animales, y sobre las plantas de los campos egipcios. Moisés levantó su brazo hacia el cielo, y el Señor envió truenos, rayos y granizo sobre la tierra. Hizo que granizara en todo Egipto, y el granizo y los rayos caían sin parar. En toda la historia de Egipto jamás había caído una granizada tan fuerte. El granizo destruyó hombres y animales, y todas las plantas del campo, y los árboles del país. A pesar de eso, en la tierra de Gosen, donde vivían los israelitas, no cayó un solo granizo. Entonces el faraón mandó llamar a Moisés y Aarón, y les dijo: —Reconozco que he pecado. La culpa es mía y de mi pueblo, y no del Señor. Demasiados truenos y granizo hemos tenido ya, así que no voy a deteneros más. Os dejará ir. Y Moisés le contestó: —Tan pronto como yo salga de la ciudad, oraré al Señor. Entonces dejará de granizar y no habrá más truenos, para que sepas que la tierra es del Señor. Pero yo sé bien que tu no tienes temor de Dios el Señor. Moisés salió de la ciudad, después de haber estado con el faraón, levantó sus manos al Señor en oración. Inmediatamente dejó de granizar y de llover, y no hubo más truenos. Pero en cuanto el faraón vio que ya no llovía, ni granizaba, ni había truenos cambió de opinión. El faraón se puso terco y no dejó ir a los israelitas, tal como el Señor lo había dicho antes por medio de Moisés.