2017(e)ko otsailaren 6(a), astelehena

PARÁBOLA DE LOS TALENTOS



Yo soy único y tengo talentos

Juego
Cada niño o niña tiene que pensar en un don, un talento, una cualidad que tenga que comience por la misma letra de su nombre y decirlo al grupo.

Di tu nombre y un talento que tengas que empiece por tu misma letra: "me llamo Andrea y soy Amiga, me llamo Pedro y soy Poeta, me llamo Daniel y soyDeportista... " Perderá el niño que no diga una talento que empiece por la letra de su nombre.

La historia que voy a contar a continuación está inspirada en una parábola, la Parábola de los talentos, que Jesús enseñó y que se encuentra en Mateo 25:14-30

La caja de herramientas  

Para ilustrar la lección el maestro puede llevar una caja de herramientas y mostrar cada herramienta de la caja diciendo para que sirve.


Había una vez un hombre que tenía un negocio de construcción. Este hombre tuvo que salir de viaje y llamó a sus tres empleados y les dijo: —Tengo que hacer un largo viaje así que os dejo a cargo de mi negocio. He preparado una caja de herramientas para cada uno de vosotros, usadlas  como veáis hasta mi regreso.

El hombre le entregó a cada uno la caja de herramientas. Cada caja contenía todas las herramientas que cada uno necesitaría para llevar a cabo el trabajo que el jefe esperaba que desempeñara. Como cada empleado tenía habilidades diferentes a los demás, cada caja de herramienta era diferente.

Al primer empleado le dio una caja muy grande con  muchas y variadas herramientas. Al segundo le dio una caja más pequeña, que contenía también herramientas variadas. Al tercer empleado le facilitó una caja con pocas herramientas, pero las suficientes para que el empleado hiciera lo que se esperaba de él.

El jefe salió de viaje. Cuando regresó llamó a sus empleados para ver que habían hecho durante el tiempo que él había estado de viaje.




El primer empleado dijo: —Yo sé de tu gran amor y preocupación por las personas que no tienen hogar, así que usé la caja de herramientas que me entregaste para construir hogares para los necesitados, muchas familias que no tenían viviendas ahora tienen hermosas casas.

—¡Eso es maravilloso!— dijo el jefe. —Has trabajado tan bien que te voy a poner a cargo de todas las nuevas construcciones de la compañía.
 



El segundo empleado dijo, —Conozco del gran amor que sientes por las personas ancianas, así que usé la caja de herramientas para reparar las casas de los ancianos que no tenían dinero para arreglarlas, las pinté, reparé ventanas rotas, tejados levantados y han quedado como nuevas.

—¡Eso es tremendo!— dijo el jefe. —Has trabajado tan bien que te voy a poner a cargo de todas los arreglos y el mantenimiento de la compañía.
 



Entonces, se dio la vuelta y miró a su tercer empleado y le preguntó: —¿Qué hiciste con las herramientas que te di?

—Sé que eres un jefe muy exigente y que esperabas mucho de cada uno de nosotros. Temí que al usar cualquiera de las herramientas una de ellas se me rompiera o pudiera perderla y te enfadaras. Así que las guardé en un lugar seguro. Han estado en ese lugar desde que te fuiste. Mira aquí están....¡como nuevas!

—¡Qué empleado tan perezoso eres! No te di las herramientas para que las guardaras en un lugar seguro. Te las di para que las usaras en mi negocio. ¡Estás despedido!

Como los otros habían demostrado que podían hacer un buen uso de la caja de herramientas, el jefe tomó la caja del empleado que había sido despedido y dividió las herramientas entre los otros dos empleados y se las dio.




Esta historia nos demuestra lo que Dios ha hecho en cada uno de nosotros. Él nos ha entregado herramientas para construir parte de su reino. No todos tenemos las mismas herramientas pero Dios espera que las utilicemos. Si así lo hacemos, Él nos dará más; pero si no las utilizamos, aún esas que nos dio nos las quitará y se las dará a otro que pueda utilizarlas.

 Jesús dijo "Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado".

 Muchas veces puedes ver que hay otras personas que tienen mas talentos, mas capacidades que tu, quizá crees que tu no has recibido tanto como los demás, que no eres especial, que no tienes nada para dar. Con este pensamiento podemos estar siendo tentados a esconder nuestro talento. Pero Dios no quiere esta actitud, él nos dio talentos y debemos estar dispuestos a servir con nuestro talento, a usarlo, porque este crecerá y crecerá.


¿Qué talentos tienes?
Te gusta cantar, pintar, estudiar... tu talento puede ser muy importante para beneficiar a los demás.
Usa tu talento para servir a Dios.

Tomado de www.sermons4kids.com 














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