![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiP7wGfJ6LMMPrW9eEyMJFTvIl0EPWJFdDCt8QWIUuaB_RVduAhAx17wzH-3i3p2zyNhRbnw7kSzlpXKKBjLPsYLQoxic1kzgNiEPuHnZkSDxB31oD8E_s0WPb8JEIzQwneQy6TtL-wMY4/s320/08144+-+POSTERES+JUNHO+2012+-+portugues-2.jpg)
Niños, Bartimeo quedaba sentado todos los días en medio de aquel camino pidiendo dinero para las personas y, en aquel momento, vio la oportunidad de cambiar su vida. Bartimeo comenzó a gritar con toda su fuerza, pidiendo ayuda a Jesús. Algunas personas que estaban cerca del ciego mandaron que se quedara callado. Amiguitos, muchas veces el mal usa las personas para intentar impedirnos usar la fe. ¿Saben lo que Bartimeo hizo? Gritó más fuerte todavía y más alto. Él estaba decidido a hablar con Jesús, y Él lo oyó gritando. ¿Qué bueno es verdad? Jesús mandó llamarlo. Cuando supo que Jesús estaba llamando por él, el ciego Bartimeo tiró su capa, dejó todo para atrás, se colocó de pie rápidamente y fue hasta Jesús. Entonces, Jesús le preguntó al ciego que quería que Él hiciera. Y el mendigo respondió que quería ver de nuevo.
Niños, Jesús sabia del milagro que Bartimeo necesitaba, pero hizo aquella pregunta porque quería oí el pedido de Bartimeo. Así también Jesús desea oír nuestras oraciones todos los días. Jesús dijo para Bartimeo que él podría irse, pues la fe de él lo había curado, y en el mismo instante Bartimeo volvió a ver, pero no se fue, pues prefirió seguir al Señor Jesús.
iruzkinik ez:
Argitaratu iruzkina