Mateo 20, 29-32
29 Una gran multitud seguía a Jesús cuando él salía de Jericó con sus discípulos. 30 Dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al oír que pasaba Jesús, gritaron:
—¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!
31 La multitud los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaban con más fuerza:
—¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!
32 Jesús se detuvo y los llamó.
—¿Qué quieren que haga por ustedes?
33 —Señor, queremos recibir la vista.
34 Jesús se compadeció de ellos y les tocó los ojos. Al instante recobraron la vista y lo siguieron.
Imágenes: Editorial everest
29 Una gran multitud seguía a Jesús cuando él salía de Jericó con sus discípulos. 30 Dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al oír que pasaba Jesús, gritaron:
—¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!
31 La multitud los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaban con más fuerza:
—¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!
32 Jesús se detuvo y los llamó.
—¿Qué quieren que haga por ustedes?
33 —Señor, queremos recibir la vista.
34 Jesús se compadeció de ellos y les tocó los ojos. Al instante recobraron la vista y lo siguieron.
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