2018(e)ko otsailaren 1(a), osteguna

JOB



                                             

Hubo un hombre el la tierra de Uz llamado Job. Job era un hombre perfecto, sincero, recto, que se apartaba del mal, temeroso de Dios. Job tenía siete hijos y tres hijas. Job era un hombre rico, tenía mucho ganado: 7000 ovejas, 3000 camellos, 500 yuntas de bueyes, 500 asnas y muchísimos criados. De hecho Job era el hombre mas rico de Oriente.


Un día los hijos de Dios se presentaron delante del Señor, y con ellos también llegó Satanás que venía de recorrer toda la tierra.

                                               

Entonces Dios le dijo:
- Si has corrido toda la tierra habrás visto a Job, ¿no te ha llamado la atención Job? No hay un hombre como él en toda la tierra, es un hombre perfecto.

- Bueno, le respondió Satanás a Dios, - Si Job no tuviera las riquezas que tiene, los hijos que tiene, los animales que tiene... no sería tan temeroso de Dios ni tan perfecto. Si Dios retirara de él su mano, seguro que blasfemaría en contra de Él.

Entonces Dios le dijo a Satanás: -Está bien, verás de verdad como es Job. Te doy permiso para que toques todo lo que Job tiene, lo único que no puedes tocar es su vida.
A Satanás le pareció bien y se fue.

                                           

Satanás provocó un vendaval en el que murieron todos sus hijos. Cayó fuego y todos sus animales se quemaron, sus criados murieron, pero en ningún momento Job maldijo a Dios ni de su boca salió blasfemia alguna. 



Por el contrario Job decía: - Salí desnudo del vientre y vuelvo desnudo, Dios es el que da y Dios es el que quita. Bendito sea el nombre del Señor.
Job pasó de ser el hombre mas rico a ser pobre, ya no tenía nada. Pero siguió adorando a Dios.

                                           

Satanás le pidió permiso a Dios para tocar a Job. 
- Puedes tocar el cuerpo de Job, pero no tocarás su vida, dijo Dios a Satanás.
Entonces Job enfermó de sarna maligna, desde los pies a la cabeza. 
Job se rascaba sin parar debido al continuo picor que sentía en todo su cuerpo.

En medio de esta situación, tres amigos de Job se enteran de su desgracia y deciden ir a consolarlo. Cuando lo ven lloran con él y se sientan durante 7 días a acompañarle sin decir palabra hasta que Job habla. Los amigos tratan de buscar explicación a su desgracia y le dicen que es debido a que algo terrible habrá hecho, y que debe arrepentirse. La mujer de Job, indignada por lo que le estaba sucediendo a Job le dijo: - Maldice a Dios y muérete.
Pero Job no les hizo caso, a pesar de todas sus pérdidas y de todo el sufrimiento Job confiaba en Dios y siguió adorándolo en medio de su enfermedad.

                                        

Pasado el tiempo de desgracias y calamidades en la vida de Job, Dios le recompensó por su fidelidad e integridad dándole el doble de todas las riquezas que tenía.También le dio hijos e hijas.
Job vivió 140 años y vio a sus hijos, a sus nietos y hasta sus bisnietos.




















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